La sociedad avanza a pasos agigantados. Y, con ello, también lo hace la educación. Uno de los aspectos en los que se observa un ligero cambio es la configuración del espacio educativo. Algunas escuelas e institutos ya están tomando medidas para adaptar los centros a las necesidades generadas por la aparición de nuevas metodologías y sistemas de aprendizaje.

 

Sin embargo, el ritmo de cambio de la educación, al depender de la acción política, va siempre un paso por detrás del progreso en términos sociales y culturales y tecnológicos.

 

A ello se suma que muchos centros ven inviable económicamente la remodelación de los centros y espacios educativos. A causa de ello, siguen optando por la disposición clásica en la distribución de las aulas, un modelo que está quedando desfasado frente a los nuevos métodos pedagógicos y didácticos y al auge de la tecnología.

 

Lo que no todos saben es que se pueden realizar cambios significativos en el centro

educativo sin una inversión. De hecho, si se observa el día a día en las escuelas, son los profesores los que se ven obligados a implementar por iniciativa propia ciertos cambios y mejoras en la composición de los espacios educativos para poder poner en práctica las actividades tal y como las han planificado. Cambios en la organización de las mesas, creación de espacios con distintas finalidades dentro de una misma aula, utilización de herramientas tecnológicas… Son cosas que suceden, pero faltan medios.

 

¿Qué es un espacio educativo?

 

Un espacio educativo es todo aquel lugar, físico o virtual, en el que se desarrolle la

actividad educativa. Las aulas son el ejemplo más típico de espacio educativo, pero también lo son los salones de actos, los pasillos, la biblioteca, el patio o incluso las intranets y espacios virtuales en los que se trabaja hoy en día de forma online. En definitiva, un espacio educativo es toda ubicación en la que transcurre el día a día de los alumnos y docentes en un centro educativo.

 

El espacio educativo, concebido como un todo, es el conjunto de lugares en los que los alumnos llevan a cabo sus actividades formativas y de socialización en el contexto escolar. El espacio es un elemento que influye de manera muy significativa en el bienestar, la motivación, la socialización, la comunicación y, en general, en todos los hábitos y comportamientos que los alumnos muestran durante su estancia en los colegios. Por ello, es necesario pensarlo, estructurarlo y organizarlo de forma adecuada.

 

¿Qué es un espacio educativo innovador?

 

Los espacios educativos en general y las aulas en particular constituyen un valioso

instrumento para incorporar procesos de aprendizaje más diversos, completos y

estimulantes. Es por ello que la arquitectura y el diseño deben estar al servicio del proyecto educativo, sus modelos didácticos y las metodologías empleadas.

 

Un espacio educativo innovador es aquel que se diseña y construye en base a nuevos

modelos educativos y métodos de enseñanza con el objetivo de garantizar un desarrollo pleno del alumno en todas las facetas de la actividad humana. Además, los espacios educativos innovadores deben atender a las necesidades de los alumnos en términos de confort, funcionalidad y estética.

 

El propósito de innovar en la creación de espacios educativos es conseguir que los alumnos desarrollen todo su potencial y competencias en un entorno polivalente que permita su enriquecimiento personal, social y académico. Con un diseño adecuado, el espacio actúa como un elemento facilitador del aprendizaje y una herramienta clave para que los alumnos pasen de la mera adquisición de información a la generación de conocimiento.

 

Características de los nuevos espacios educativos

 

Los espacios de aprendizaje de los colegios deben reunir una serie de características para garantizar una educación global, plural y adaptada al mundo actual. Más en concreto, el aula debe ser un espacio dinámico, estético y organizado según las necesidades de los niños y niñas. Las principales características que deben cumplir los espacios educativos innovadores son las siguientes:

 

Versatilidad y flexibilidad

 

Los espacios deben ser polivalentes y flexibles para que en un mismo lugar se puedan albergar distintas actividades: trabajar en equipo, realizar una exposición, realizar una actividad colectiva, trabajar de forma independiente, etc. Por eso, en un espacio educativo innovador, el mobiliario debe ser adaptable, modular y fácil de transportar y recoger. En lo que respecta al espacio en sí, este debe ser amplio y estar fragmentado en zonas delimitadas para cada finalidad o tipo de actividad.

 

Ergonomía, confort y bienestar

 

Los alumnos deben tener cubiertas sus necesidades en términos de salud y bienestar.

 

Para ello, el centro educativo debe cumplir diversos requisitos. Entre ellos, contar con un mobiliario cómodo y garantizar unas condiciones adecuadas de temperatura, iluminación natural y artificial, acústica, humedad, ventilación y accesibilidad. Por supuesto, los suministros de electricidad y agua y los sistemas de fontanería y evacuación deben estar también en perfectas condiciones.

 

Protagonismo de la tecnología

 

La tecnología es un elemento cada vez más presente en la vida de los alumnos. El uso de dispositivos y programas informáticos es clave para ofrecer una educación innovadora que vaya en consonancia con las particularidades del estilo de vida actual. Además, la tecnología hace posible aplicar nuevos métodos y estrategias educativas que no serían posibles sin ella. Por ello, innovar en el espacio educativo es también incorporar los sistemas tecnológicos y digitales adecuados para que los alumnos desarrollen competencias y adquieran una cultura tecnológica es imprescindible hoy en día.

 

Estética personalizada

 

Los espacios educativos innovadores también deben generar un ambiente visual idóneo en el que los alumnos se vean representados. Para ello, la estética de las aulas y los centros es fundamental, ya que permite expresar los gustos e intereses de los alumnos.

 

Para que un espacio sea personalizable estéticamente, se requiere que los elementos que lo conforman sean modulares y reemplazables. Además, se debe disponer de muebles o espacios donde puedan tener cabida la presencia de objetos decorativos o la exposición de obras artísticas.

 

Factores clave para crear un espacio educativo innovador

 

¿Todas las escuelas pueden innovar en la creación y distribución del espacio? ¿Todos los espacios educativos deben ser similares? ¿Qué elementos influyen en el diseño de un espacio educativo innovador? Para responder a estas preguntas es importante analizar varios aspectos. La creación de un nuevo espacio dentro de un centro educativo requiere tener en cuenta una serie factores que influyen directamente en su diseño y ejecución:

 

Presupuesto económico

 

Los fondos económicos son importantes para la realización de cualquier proyecto. A mayor presupuesto, más y mejores cosas se pueden hacer, pero eso no significa que no podamos crear un excelente espacio educativo con un presupuesto limitado.

 

Tanto escuelas privadas adineradas como escuelas públicas y concertadas con presupuestos modestos pueden innovar, reformar y rehabilitar sus aulas e instalaciones para lograr un espacio de aprendizaje personalizado en función de las necesidades del alumnado. Para ello, la clave es saber en qué gastar el presupuesto para conseguir los mejores resultados.

 

Usuario al que va dirigido

 

A la hora de diseñar o renovar un espacio educativo, es muy importante tener claro a qué tipo de estudiantes va dirigido. No es lo mismo diseñar un aula de infantil que un aula de primaria o una de secundaria. Cada etapa educativa tiene sus necesidades. Los alumnos requieren un tipo de espacio adaptado a las actividades propias de la etapa en la que se encuentren. Incluso entre cursos próximos o entre ciclos dentro de una misma etapa puede haber diferencias y requisitos especiales.

 

También hay escuelas de educación especial adaptadas a estudiantes con diversidad

funcional. Y no olvidemos las universidades, la formación profesional, las academias de refuerzo, las escuelas de idiomas y un largo etcétera de centros educativos destinados a diferentes tipos de formación. Es por ello que se hace necesario analizar en detalle qué tipo de espacio educativo se necesita en función de la edad de los alumnos, sus peculiaridades y el tipo de educación que se va a impartir.

 

Funciones a cubrir

 

Es importante saber qué uso se le va a dar al espacio para poder diseñarlo de forma

consecuente y satisfactoria. La evolución de la educación tiende a modelos caracterizados por diversificar las formas de aprendizaje favoreciendo dinámicas más integradoras y cooperativas en las que, al mismo tiempo, se potencia también la libertad, la creatividad y la autonomía de los alumnos. Las funciones más importantes que deben cumplir las distintas áreas de los espacios educativos innovadores son:

 

● Comunicación e interacción

● Colaboración y trabajo en equipo

● Creatividad y emprendimiento

● Investigación y desarrollo de proyectos

● Reflexión crítica y capacidad de análisis

 

Metodologías empleadas

 

La distribución de las aulas y centros escolares también depende de las metodologías que se vayan a aplicar en ese espacio educativo. La transformación de la educación que estamos viviendo exige diseñar espacios que se ajusten a los requisitos de los nuevos métodos de aprendizaje y enseñanza. De esta manera, según la metodología que se ponga en práctica, la disposición de los alumnos y el tipo de mobiliario y elementos empleados debe ser diferente.

 

Si se quiere promover el debate, los alumnos y docentes deben verse las caras. Si se

necesita trabajar en equipo para realizar un trabajo, se requerirá agrupar mesas y contar con un espacio cómodo para la colaboración. Si el método elegido es la exposición, será necesario crear un espacio adecuado para ver y escuchar adecuadamente a la persona que expone. Y así con todas las necesidades que pueden surgir en función de la metodología.

 

Duración de las clases

 

Cada vez vemos más centros en los que se trabaja por proyectos. En este tipo de escuelas no existen las clases de duración fija tal y como las conocemos de forma tradicional. La temporalización y los horarios se disuelven para crear un espacio de aprendizaje más realista en el que los alumnos se organizan de forma autónoma y distribuyen su tiempo y sus tareas con libertad. Por ello, los nuevos espacios educativos tienden a ser cada vez más diáfanos, transitables y modulables. El objetivo es que los alumnos puedan conmutar fácilmente entre distintos métodos de trabajo y procesos de aprendizaje.

 

Rol del docente

 

Con las nuevas metodologías educativas, el docente también asume un nuevo rol.

Las clases magistrales y la docencia tradicional dejan paso a un sistema en el que el docente adquiere el papel de guía, de orientador. En este contexto, los pupitres clásicos y la organización espacial del aula tradicional pierden relevancia. Al fomentarse un aprendizaje bidireccional tanto entre profesores y alumnos como entre los propios alumnos, el espacio educativo debe reconfigurarse para albergar un tipo de comunicación más fluida, cambiante y orgánica.

 

Comodidad y bienestar

 

Una de las claves de la educación del futuro es generar espacios confortables y

agradables en todos los aspectos. El mobiliario debe ser práctico; y los asientos, cómodos y adaptados a cada actividad. La climatización y la ventilación también cobran una gran importancia por influir directamente en el bienestar y la calidad de vida. Y la iluminación y la estética se convierten en aspectos fundamentales para mejorar la motivación y el estado de ánimo.

 

Si el alumno está cómodo y satisfecho desde un punto de vista físico y material, mejorará su concentración y su deseo de participar en las actividades. Por ello, un espacio educativo innovador debe responder a las distintas necesidades de los alumnos y garantizar su bienestar, comodidad y satisfacción. Todo ello contribuye a mejorar la salud física y psicológica de los estudiantes, así como a incrementar su compromiso e interés académico.

 

¿Qué elementos debe tener un espacio educativo innovador?

 

Los elementos principal que conforman un espacio educativo innovador son los siguientes:

 

● Espacio amplio, bien iluminado, transitable y adaptable

● Aula versátil organizada en áreas

● Mobiliario confortable, flexible y regulable

● Recursos tecnológicos y herramientas digitales

● Instalaciones completas y eficientes

 

Cómo se distribuye el espacio en los centros innovadores

 

No hay un único diseño válido para el aula. Muy al contrario, el diseño óptimo depende de los principios metodológicos del centro educativo, del tipo de alumnado, las políticas educativas, el contexto social y muchos otros aspectos. Un espacio educativo innovador debe construirse a medida para resolver los problemas existentes y mejorar la calidad de la educación. Sin embargo, sí que existen ciertas pautas o características que van a ser clave en la distribución del espacio formativo.

 

En los espacios educativos innovadores, se prescinde de las paredes para construir un aula integral que albergue en su interior todo lo necesario para el desarrollo del grupo. Las aulas convencionales dan paso a talleres espaciosos divididos por áreas. Cada una de las áreas potencia o prioriza un tipo de actividad: creación, análisis, interacción, colaboración… En definitiva, un espacio diseñado para ser polivalente y adaptarse a los distintos procedimientos y situaciones de los nuevos modelos educativos.